 | José Zorrilla, José Heriberto García de Quevedo - 1849 - 398 páginas
...hacian en la época pascual. EL NIÑO PERDIDO. II. Al aire destrenzada la blonda cabellera, la tánica rasgada, y en llanto de dolor bañado el rostro puro,...envidia fuera, por tu recinto oscuro va una muger, Síon. ¿Qoé erado, anurzo la enilada? é horrible «o pecho laceró? ¿<*fx*a, ré^í rinda? ¿ó... | |
 | José Zorrilla - 1852 - 418 páginas
...observadores De la ley de sus mayores , A Jerusalen hacían En la época pascual. EL NIÑO PERDIDO. II. Al aire destrenzada La blonda cabellera , La túnica...llanto de dolor Bañado el rostro puro , Que al sol enviada fuera , Por tu recinto oscuro Va una muger, Sion. ¿ Qué crudo , amargo duelo Lamenta la cuitada?... | |
 | 1863 - 542 páginas
...observadores De la ley de sus mayores, A Jerusalem hacian En la época pascual. EL NUÑO PERDIDO. II Al aire destrenzada La blonda cabellera, La túnica...de dolor Bañado el rostro puro, Que al sol envidia fuéra, Por tu recinto oscuro Va una muger, Sion. ¿Que crudo, amargo duelo Lamenla la cuitada? ¿Qué... | |
 | Marcelino Menéndez y Pelayo - 1893 - 834 páginas
...Adunados reinar en grata calma, Alzad entonces al Criador el alma: ¡Esa es la Libertad! EL NIÑO PERDIDO. Al aire destrenzada La blonda cabellera , La túnica...rostro puro Que al sol envidia fuera, Por tu recinto obscuro Va una mujer, Sión. ¿Qué crudo, amargo duelo Lamenta la acuitada? ¿Qué horrible desconsuelo... | |
 | Marcelino Menéndez y Pelayo - 1927 - 836 páginas
...reinar en grata ca!ma, Alzad entonces al Criador el alma; « ¿Esa es la Libertail EL NIÑO PERDIDO. Al aire destrenzada La blonda cabellera La túnica...de dolor Bañado el rostro puro Que al sol envidia fue-a, Por tu recinto obscuro Va una mujer, Sión. ¿Qué crudo, amargo duelo Lamenta la acuitada ?... | |
 | Marcelino Menéndez y Pelayo - 1927 - 848 páginas
...Esa es la EL NIÑO PERDIDO. Al aire destrenzada La blonda cabellera La túr.ica rasgada, Y en llar.to de dolor Bañado el rostro puro Que al sol envidia fuera, Por tu recinto obscuro Va una mujer, Sióu. ¿Qué crudo, amargo duelo Lamenta la acuitada ? ¿Qué horrible desconsuelo... | |
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¡Candora, Candora!», que sus criados creyeron que en aquella casa se abrigaban ya dos locos, en vez de uno. Sólo una persona, indiferente, al parecer, a cuanto allí pasaba, murmuró alzando los ojos al cielo: — ¡Dios es justo! 