Obras poéticas y literarias de don José Heriberto García de Quevedo ...Baudry, Librería europea, Dramard-Baudry y c[superscript a], sucesores, 1863 - 1050 páginas |
Outras edições - Ver todos
Obras poéticas y literarias de don José Heriberto García de Quevedo ... José Heriberto García de Quevedo Visualização completa - 1863 |
Termos e frases comuns
acaso acento adora aduna ageno agonía alegría Alfredo alma altiva alumbra amado amante amargo amargura amigo amor anciano ángel aquilon Arturo aún aura blando brilla calma canto céfiro celestial cielo Conde corazon crudo cuya despues Diab divino dolor dulce empero enojos escita escucha esperanza espirar esposo eterna fecundo feliz flores fortuna fuego ginete gloria Gólgota Gonz Grun habia hermosa hermosura hijo hondo humana impía indecible inmenso inmortal instante jóven Judea Julieta lágrimas lanza linfa llanto llora Luzbel madre mano mansion MARIA Marq mira Miriam misero misteriosa mortal muerte muger mundo Neum niño noble noche ojos omnipotente oscura padre paso patria pecho Pentápolis piélago placer Plombières pobre pueblo pura rayo ronco rostro Salem sangre santo serena soberano Sodoma sombra sumo tambien terrífica tierno tierra tinieblas TISAFERNA torno torpe trémula triste turba umbría ventura viento virtud vivir
Passagens mais conhecidas
Página 480 - My days are in the yellow leaf; The flowers and fruits of love are gone ; The worm, the canker, and the grief Are mine alone ! The fire that on my bosom preys Is lone as some volcanic isle ; No torch is kindled at its blaze — A funeral pile.
Página 134 - No armada del puñal de la venganza, Ni teñida la veste en sangre impura, Tal como la forjó vuestra locura, O torpe iniquidad: Plácida cual la luz de la esperanza, Con la paz y el perdón sobre su frente. Blanda la faz benigno el continente: ¡Tal es la libertad! Hija de Dios, de su bondad esencia...
Página 186 - En un conun recóndito del cielo, De una selva viviente circundado , Denso y confuso y misterioso velo Que le tiene del orbe separado , Hay un alcázar de azabache , oscuro Que en un hondo torrente ensangrentado La sombra pinta de su inmenso muro En contornos de sangre reflejado.
Página 236 - A Dios, que es su salud y su alegría, Se eleve transportada, Que, sin ver de su esclava la bajeza, Colmóla de bondades, Y admirarán su espléndida grandeza Del mundo las edades! De corona inmortal ornó mi frente; Cubrióme con su manto Aquel temido ser omnipotente, El que es tres veces santo! El que agita del mar y de los vientos La indómita pujanza, Y vuelve á los furiosos elementos La paz y la bonanza; Cuya munificencia y cuyos...
Página 491 - ¡Candora, Candora!», que sus criados creyeron que en aquella casa se abrigaban ya dos locos, en vez de uno. Sólo una persona, indiferente, al parecer, a cuanto allí pasaba, murmuró alzando los ojos al cielo: — ¡Dios es justo!
Página 134 - Dios, de su bondad esencia, don el más alto de su amor divino, acaso en el mundano torbellino al hombre se ocultó; negra ambición, estúpida demencia, el temor de los buenos, la osadía de un tirano, el furor de la anarquía tal vez la encadenó... Mas no puede morir: lozana, fuerte, crece encorvada bajo el férreo yugo; ni el hacha enrojecida del verdugo enerva su virtud. Del seno tenebroso de la muerte, insultada tal vez, jamás vencida, cual su padre inmortal, torna a la vida con nueva juventud.
Página 187 - Con él va la tormenta ; el trueno ronco Bajo sus alas cruje ; desgreñada De armas y quejas con estruendo bronco La guerra detrás de él va despeñada : Y asidas á las orlas de su manto Van tras él con la muerte...
Página 266 - Del cielo fué bajando, Montañas y llanuras alegrando. Sobre intranquilas nubes Se ciernen por millares de millares Los fúlgidos querubes, Y las tierras y mares Atónitas escuchan sus cantares Cesa el sordo mugido Del mar ; callan los vientos bramadores Y el céfiro dormido Se oculta entre las flores, Fijas sobre sus tallos cimbradores.
Página 283 - Celada, Yendo de Madrid á Burgos, Desde el camino se alcanza, Una legua tierra adentro, Cierta iglesia solitaria Sobre un cerro, y que parece Pobre ermita abandonada. Mas no es así : pues del cerro En la contrapuesta falda, Y entre otros muchos cerrillos Que el terreno desigualan, Hay tendido un pueblecito Que se esconde á las miradas, Mas cuyo fecundo seno Tesoros avaro guarda.
Página 459 - ... abrazo, Dándole en sus entrañas tumba horrible! — ¡ De todo lo creado No quedará ni sombra ni memoria ! ¡De tanto padecer, de tanta gloria, De tanto mal temido ó bien ansiado, Ni un eco repelido Ha de quedar, ni un lúgubre gemido!